domingo, 20 de noviembre de 2011

LOS IMPONDERABLES.


Mil años de lucha con los imponderables, y hasta ahora me doy cuenta que es imposible…los imponderables están en todos lados…los imponderables están en mí y no se puede negociar. La lucha se vuelve desigual y siempre con tendencia a las pérdidas;  no debe seguir, debe parar. Si bien cada quien elige sus sufrimientos, el elegir en balde no es válido…Si vale la pena luchar…pero nunca contra los imponderables.

Escuchando El Témpano de Baglietto, oleadas de ideas llegan a mi mente, entre muchas otras lo intemporal que soy.  Que de la vida no quede nada cuando los recuerdos se agolpan así!!! Bajo los recuerdos me encuentro en carne viva como siempre, y entiendo al Ave Fénix en su renacer continuo. Luego entonces la vida y la muerte se vuelven un mismo extremo… un fascinante renacer a la eternidad.

El amor es ciego, pero jamás estúpido.  Un verdadero cliché de pacotilla, pero lleno de razón.

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